~~volar y sus consecuencias

Desde que decidí renunciar a la revista (para la que sigo trabajando parcialmente por un valor sobrevaluado) perdí el registro de lo que pasa.




Todavía no noto muchas cosas, pero asumo que estoy empezando a despertarme ligeramente. En mi tiempo de distracción universal decidí viajar a san martín de los andes en una fecha muy poco conveniente. Basé mi desición en la impresión de que eventualmente había pensado en viajar junto con pachi. Fue todo muy rápido y en ningún momento noté ninguna de las cagadas temporales que me había mandado. Tiaaurelia (una persona sumamente práctica y que dispone de las respuestas a todas mis preguntas, y que por cierto amo como a nadie) me bombardeaba a preguntas sobre mis desiciones con respecto al viaje. Lo que tiaaurelia no terminaba de admitir era que yo no estaba ni en posibilidades ni con interés de tomar ninguna desición, tratase de mi viaje o de salvar el mundo de la caries.

Aún así tiaaurelia siguió insistiendo y yo seguí en mi nebulosa rayuelesca.

Parciales y conservatorio se acercaron amenazadoramente para perturbar mi danza mental. Horas y horas desperdiciadas en intentos fallidos por concentrarme. Con suerte tuve la inusual buena idea de estudiar desde antes y no necesitaba hacer demasiado. Conservatorio en puerta, con una partitura increíblemente complicada y aburrida para preparar en el medio de los parciales. Aun mi mente sobrevivió intacta a las distracciones externas. Estaba completamente reacia a volver a la realidad.



Gracias a mi reciente horario de trabajo (que involucra ir sólo un día por semana y cobrar más de la mitad de lo que cobraba por ir de lunes a viernes) tuve suficiente tiempo para destinar a volar. Tuve algunos hallazgos interesantes y algunos que otros proyectos que por supuesto olvidé a los seis segundos de idear.



Parciales. Aprobé los tres, promocioné dos. Bastante bien para que no me importe. Un episodio bizarro en el medio que me distrajo todavía más de las cosas mundanas. No obstante, hubo un serio problema: el día del final que debo rendir coincide con mis fugaces vacaciones. Consecuencia? tuve que volver a la realidad para solucionar las cagadas que se había mandado la lu-piloto-automático. O tal vez después de terminar de arreglar decentemente mi viaje vuelva a volar por ahí. En fin, después del final estoy de vacaciones y no tengo por qué estar en la realidad.












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