Monday, October 01, 2007

~~nueva concepción acerca de cassandra.

Oh... el eterno tema de Cassandra.



A veces hablar con ciertas personas me abre las ganas de escribir cosas con sentido (al menos para mi xD)



Me pasa eso con un señor que conoci hace poco.



Toda esta introduccion viene al tema principal: la nueva concepción que tengo de Cassandra. Comenzaré por copypastear la definición googleana de Cassandra.









En la mitología griega,
Casandra (en griego Κασσάνδρα, "la que enreda a los hombres") era hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Fue sacerdotisa
de Apolo, con quien
pactó, a cambio de un encuentro carnal, la concesión del don de la profecía.
Sin embargo, cuando accedió a los arcanos de la adivinación, rechazó el amor del
dios; éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: seguiría
teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos. Tiempo después,
ante su anuncio repetido de la inminente caída de Troya, ningún ciudadano dio
crédito a sus vaticinios.



Apolo amaba a Casandra pero, cuando ella no le correspondió, él la maldijo:
su don se convertiría en una fuente continua de dolor y frustración. En algunas
versiones de este mito, Apolo escupe en su boca al maldecirla; en otras
versiones griegas este acto suele suponer la pérdida del don recientemente
adquirido, pero el caso de Casandra es diferente. En Orestes ella promete a Apolo que
se convertirá en su consorte, pero no lo cumple, por lo que desata su
ira.
Aunque Casandra previó la destrucción de Troya, la muerte de Agamenón y
su propia desgracia, fue incapaz de evitar estas tragedias, tal era la maldición
de Apolo. Su familia creía que estaba loca y, en algunas versiones, la
mantuvieron encerrada en casa o encarcelada, lo que la hace enloquecer. En otras
versiones, simplemente era una incomprendida.


Una vez
concluida la guerra de Troya, durante el saqueo de la ciudad, Áyax, hijo de Oileo,
encontró a Casandra refugiada bajo un altar dedicado a Atenea. Aunque la princesa se
agarró a la sagrada estatua de la diosa, (bien fuera el Paladio, bien otra estatua
distinta), en el frenesí del saqueo Áyax desoyó los ruegos, y la arrastró junto
con la estatua. Según algunas fuentes la violó en ese preciso lugar; para otras
fuentes el sacrilegio cometido por Áyax había consistido en no respetar la
sagrada estatua de la diosa. Este hecho condenó al guerrero, pues Poseidón,
impelido por la humillada Atenea, hundió su barco al provocar una tormenta en
las cercanías del promontorio de las rocas Giras, donde Áyax
muere ahogado o clavado a las rocas por el tridente de Poseidón, según otra
variante de la leyenda.



Áyax
y Casandra por Solomon
Joseph Solomon
, 1886.


Más tarde fue entregada como
concubina al Rey Agamenón de Micenas. Éste
ignoraba que mientras guerreaba en Troya, su esposa Clitemnestra había
comenzado un romance con Egisto. Cuando Agamenón y
Casandra regresaron a Micenas, Clitemnestra le pide a su marido que ande por
encima de una alfombra morada, el color que simboliza a los dioses. A pesar de
que Casandra le avisó que no lo hiciera reiteradamente, el Rey la ignoró y cruzó
la alfombra, cometiendo un sacrilegio. Clitemnestra y Egisto asesinaron a ambos.
En algunas versiones, Casandra y Agamenón habían tenido gemelos: Telédamo
y Pélope.
Ambos fueron asesinados también por Egisto.


Télefo, hijo de
Heracles, también amaba a Casandra. Sin embargo, ella se burlaba de él y le
ayudó a seducir a su hermana Laódice.


Hay
versiones alternativas de la historia en las que pasa la noche en el templo de
Apolo con su hermano gemelo Heleno y las
serpientes del templo chupan y limpian sus orejas, por lo que es capaz de oír el
futuro. Este es un tema recurrente en la mitología griega. Otras versiones
sugieren que Casandra consiguió la habilidad de entender el idioma de los
animales, en lugar de conocer el
futuro.








dicho eso, vuelvo al tema.



Hace poco hablaba con el citado Enrra sobre mi concepto de Cassandra. Muchas veces llamo así a los denominados índigos, personas espiritualmente elevadas. Los llamo de esta manera por varias coincidencias entre estas personas y la leyenda de Cassandra, que no voy a perder tiempo en especificar.



Lo que importa ahora es la nueva concepción que tengo sobre Cassandra. Una más obvia y novedosa.







Decidí que tengo una gran voz interna que es Cassandra. De hecho creo que SOY Cassandra. En cierta manera, me pasa todo lo que le pasó a ella, con la diferencia de que yo no me prostituí por el don de la profecía. Pero creo que lo tengo de todos modos. Tal vez no de profecía, sino de ver a las personas.



Tanto como a Cassandra, no me creen. Muchas veces tampoco me creo yo misma. Y esas cosas te vuelven loca. Como a Cassandra.





Pero en ciertas ocasiones, sólo en algunas... me doy cuenta. Darme cuenta es lo mejor que me puede pasar. Me doy cuenta que mi predicción era verdad. Es un completo éxtasis. La mayor plenitud.



Algunas veces, muy pocas, siento la mayor de las mayores satisfacciones. Esa satisfacción consiste de darme cuenta que no sólo mi predicción fue acertada, sino que estoy aprovechandola.





Así me siento ahora.


--LuCulo--

3 tuvieron la pesima idea de hacer comments

3 Comments:

Blogger Unknown said...

Fra fri fru fri fra fri fru fri fru fra (8)

No soy ningún Nicolás. ¬¬'

5:02 PM  
Blogger Unknown said...

Los índigos somos un poco como Cassandra, porque aunque podemos ver claro, ellos no saben escuchar el significado de nuestras palabras.

--El que tenga oídos, que oiga.--

7:34 PM  
Blogger Nicolás Sweet Blauzwirn said...

no pienso leer un texto tan largo..

4:32 AM  

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