Sunday, June 21, 2009

Carta a Inés Inventada

Qué raro, creí escucharte en el viento.
 
Claro que no recuerdo tu voz,
y claro que estoy encerrada en el viento
digo, encerrada en mi habitación,
sin viento, con la estufa amenazadoramente cerca mío.
 
Me pregunto si hubieses sido de esas madres
que te dicen alejate de la estufa, que hace mal
me gusta pensar que hubieses sido de las madres
que te dejan experimentar, dartela contra la pared
 
y caer en cama y traerte una sopa con huevo como a mí me gusta.
 
Me pregunto por qué te escribo
viste toda la gente valiosa que apareció en mi vida?
es divertido, todas esas posibilidades
en el viento, en la sopa, en tu sonrisa.
 
 
conozco tu sonrisa en una hermosa foto
 
que tiene escrito atrás algo
que quisiera que sea tu letra
que quisiera que sea algo que escribiste vos
porque de esa manera, no cabría duda de lo bruja que eras.
 
 
 
oh pero qué demonios, Inés,
si yo tengo el maravilloso derecho
de inventarte a gusto
 
 
en base a la poca evidencia que tengo
 
de tu paso por este mundo.
 
 
No creo en esa gilada
de la gente que dice
que seguís viviendo adentro mío
o que estás en el cielo
y que me mirás con una sonrisa en la cara.
 
 
 
 
 
No, esas son giladas que dice la gente que necesita algo en
qué creer.
 
 
 
 
 
 
 
Yo sé que vivís en un ceibo
o en un gato, contemplando el cosmos
 
 
 
 
y que ya no me recordás
tanto como yo no te recuerdo
tanto como tampoco recuerdo
a quienes habrán sido mis hijos en
otras vidas.
 
 
 
Pero tengo la libertad de inventarte
como suplemento alimenticio para el alma
 
 
como buena voz que a veces
se hace escuchar en el viento
 
aunque no haya viento y sólo haya
una estufa calentándome la espalda
(no hagas eso, que te va a hacer mal!)
 
 
 
 
 
 
 
 
Alguna vez se te ocurrió que
el hecho que murieras fue un genial regalo del destino?
 
 
oh sí, todo es un genial regalo
del destino.
 
 
 
con eso tengo la libertad de imaginarte
como quiero,
 
con tu pelo ridículamente enrulado
y esas curvas celestialmente simples
 
la simpleza hecha bruja
hecha canto
hecha viento
 
hecha gato que contempla el cosmos.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
y cada vez más pronto llegan tus números.
 
oh, qué caso.
 
tener que decidir qué hacer con el número
que deja la antes madre
ahora viento, ahora gato
 
ahora cosmos
 
 
 
 
 
 
Obviamente que sé
que no hay manera de hacerte enojar
ni de descepcionarte
oh no.
 
 
pero sí puedo enojarme yo
descepcionarme yo
condenarme yo
 
por haber destruído el regalo
del ahora gato, ahora viento
ahora cosmos
ahora ceibo.
 
 
 
 
 
 
 
 
qué caso, no?
viste toda esa gente genial que conocí?
 
 
oh sí, son como frutas dulces para vos y para mí.
a veces me pregunto
 
 
por qué el Universo es tan amable conmigo.
 
 
 
 
 
 
 
 
Qué divertido sería
materializarte un rato
para que saltes como la bruja Diana Alicia
 
en tu lugar, como el viento
como el viento que se mueve en su lugar
en su lugar que es todo el mundo
y saltar al lado tuyo
en todo el mundo
y tal vez invitar a Ga
 
 
 
Qué genial.
 
 
 
 
Qué madre copada que el destino me permitió inventarme.
 
 
 
 
                   No te parece simplemente perfecto?

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