eso

hmmm. a veces me pregunto... que me pregunto? me pregunto si soy lo suficientemente unívoca, y la respuesta es no. pero para mí y mi simplicidad lu soy tan entendible, tan simple. no soy fácil de entender, pero yo me creo que una vez pasado cierto tiempo de convivencia con mi(s) persona(s) es bastante fácil entenderme, y me vuelvo predecible. Pero aparentemente no, y bueno, me preocupa un poquito. que molesto que vos no me entiendas o no entiendas cómo entenderme. me conformaría que entiendas que no tenés que intentar entenderme para que no me frustre tanto. pero no. y bueno, que preocupante. pobre vos, que tenés que convivir con algo que entendés tan poco, a veces pienso que estás bastante indefenso de mis monstruos. pero después, la inductividad me demuestra que mis monstruos no quieren (o no necesitan) salir cuando vos estás ahí, pululando cerca mío. y eso es bueno. y ahora que lo pienso, yo no sé si yo te entiendo tanto. la verdad que nunca me quitó el sueño entenderte, porque en definitiva de alguna manera sos y eso es lo que me llena de felicidad. no me preocupa mucho si sos porque a o porque b o si sos para a o para b, simplemente sos y es ese ser el que me gusta apareciendo en mi vida como una suerte de invariante somnoliento, un implícito desfigurado atrás del humo. pero tu indesicion suele irritarme bastante, debo admitir. el ego se me va al piso en la terrible suposición de que yo soy parte de esa indesición tuya, de ese no saber cómo ejecutar (o no querer ejecutar) tus deseos, y la manera en que los aplastás con excusas pedorras. y cuando crees estar cuidándome, oh bueno, no sé si quisiera meterme en ese terreno escabroso. pero sin duda corres en desventaja, porque yo nunca te cuidaría de mí misma. menos si vos no tenés la voz suficiente para pedirmelo de la manera adecuada. a veces me dolés un poco cuando me cuidás como si fuera (tu) mujer, porque me hacés sentir un poco mujer y me estás metiendo en una casilla que no es la mía. ayer gasté mucha plata y no sé qué-carajos-tiene-que-ver-con-el-mundo, pero me siento frustrada por haber gastado tanta plata en la intención de querer cumplirte un gusto que al final salió como el culo, conmigo en mi casa sola y mareada y aburrida de todo esto. del mundo, de tu indesición, del gusto de las mujeres, de rekiem, de mi campera y la tuya. tanto que no sé que estoy haciendo mal. supongo que lo que estoy haciendo mal es tratar tan concientemente cumplirte un deseo, creo que es hora que vos cumplas tus propios deseos y dejes de esperar que yo te siga, como tu compañera leal o como un perro entrenado. yo estoy en este mundo porque vos estás en él, y si vos no estuvieses en este mundo, yo estaría en cualquier otro, moviendome como medusa y jugando a la rayuela. pero tu magnetismo y tu perfume me mantiene acá, en una computadora, con un pdf de algoritmos abierto esperando ser leído (no creo que suceda con toda esta tempestad mental) y un msn abierto. casi me siento ofendida con tu accionar, debo confesar, pero es tu accionar irritante el que me mantuvo siempre acá, peleando contra mí misma, por algo más grande que yo. no quisiera que te sientas mal porque me fui sin despedirme de vuelta, fue simplemente lo que necesité hacer. y siento que vos no estás haciendo lo que necesitás hacer, sólo porque (alucine o no) querés también estar cerca mío. no estoy para mermarte la vida, no estoy para convertirte en algo que no querés ser. no me digas más (implícita o explícitamente) que estoy volviendote una persona de quedarse-en-casa y que no querés eso, porque yo no soy la que te hace eso. siempre que quisiste moverte yo me moví con vos, a menos que no quisiera. y si un día vos querés irte a algún lado y yo no tengo ganas, que así sea, no te claves en ningún lado por mí, yo tampoco voy a hacerlo. y si eso implica vernos menos, ya nos preocuparemos por eso. por lo pronto, dejá las explicaciones de lado, no las necesito y me aburren. si te pinta dejarme sola en una esquina y caminar para otro lado, sos invitado. después hablamos y me contás qué tan bueno estuvo.