Éxitos.

Algo ebria y adormecida. Y completamente victoriosa. Escucho música
brillante y sonrio por adentro. Da la casualidad que estoy sola ahora,
porque es una completa casualidad: es por eso que sonrio solo con la
mente, el espíritu y la letra. Lamento que muchas tildes falten por
aparecer (y eso me duele bastante) pero es lo mejor que puedo hacer
tipeando con un ipod tomado por prestado (nunca mejor usada la
expresión). Este es un fin de semana de determinado exito. Ese tipo de
exito que no pretendías tener, no buscabas ni esperabas. De esos que
valen mucho más que los que perseguís incontables dias. De esos que te
hacen llorar de la emoción: cosas de las que nunca te creíste capaz.
Es aún más extranio para mi, porque en mi caso siempre me creí capaz
de -virtualmente- todo. Soy una (concienzudamente ilusa) creyente de
que la pasión lleva indefectiblemente al éxito. Siempre que sepas
reconocer al éxito cuando viene como gato, a resfregarse por tu
pierna. O al menos a mi tipo de éxito. Como sea, el Universo me regalo
la mayor de las golosinas este fin de semana. Brindo por eso.