recuento

y yo estuve varios días preguntándole "che, qué onda?!" al Universo. por momentos hasta creí que mi deseo de cumpleaños no había sido bien recibido por Él. me sentí dejada de lado, boludeada, ridícula, desinteresada, cansada, podrida, hasta un poco rencorosa (sí: también rencorosa). estos días no fueron fáciles, el Universo me la jugaba difícil, el tiempo me la jugaba difícil, mi cuerpo me la jugaba difícil, mi mente también. tengo los ojos cansados y para dormir bien tengo que tomar drogas.

 

 

igual, siempre hay un pero. porque ya está, me repetí (como me repito siempre que me olvido momentáneamente quien soy) que no tengo que esperar el reconocimiento de nadie. que no lo busco, que no lo necesito. que va a venir si tiene que venir.

 

y la gente me volvió a sonreir por la calle.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

parametrizar el universo? nah, ni en pedo.