Sunday, August 16, 2009

vómitos fuera de forma

hmm.

grtimonjghdleirj.


llueve. llueve otra vez. pero siempre que llueve es la primera vez que llueve, y todos nos maravillamos por ello. qué genial el clima. y que nadie tenga la capacidad de descifrarlo unívocamente. derivar polinomios es aplicar una simplísima transformación lineal. la primera vez que me lo dijeron me pareció doloroso, ultrajante, imprevisto e innecesario. pero sucede de todas maneras. como el tiempo. ese viejo de mierda.










el mate se lavó y tengo un poco de ganas de café y de dormir. pero no me decido por ninguna de las dos... ni un cigarrillo ni mucho menos algoritmos. algoritmos resultó ser más fácil de lo que esperaba. o tal vez me perdí de lo que realmente importaba. cada vez que me cruzo con algo que no me interesa lo suficiente, me cae la curiosidad del
y si me perdí de la parte jugosa?




ñam, pero no todo puede ser jugoso.


o sí?






oh, el mundo está lleno de maravillas, abajo de cada piedra y en cada luz reflejada.






yo no quería el cigarrillo que acabo de prender. para qué lo prendí?


no recuerdo.












a veces la memoria me falla, más de lo que me gustaría.
un día más de edad dolorosamente par.


y después siete-por-tres. genial.
viene un período más que interesante: siete-por-tres, once-por-dos, número primo. luego un año de vacas flacas numéricas y el cuadrado perfecto. me gusta el prospecto. tengo pensado mi deseo de cumpleaños, pero no sé si va a ser el definitivo. hay que elegir bien. no vaya a ser que el año que empieza me deje sola y vacía. hay que doblar la apuesta.







downward spiral, hay algo por ahí.

creo que me voy a poner a hacer el parcial de algo. creo que soy capaz. pero, oh, no quiero hacer eso ahora.
de hecho no tengo ganas especiales de hacer algo puntual.
(raro)




creo que volví a un período de inapetencia. debo decir que me preocupa un poco.
o es que me persigue el karma? (oh vamos, el karma sos vos) sabés que no quise decir karma. quise decir experiencia pasada. y proyección. (a veces me gusta tener la capacidad de la profesía no-cumplida) hay veces que sólo me basta desear algo para postergarlo hasta el futuro inimaginable.




solía usar esa herramienta cuando estaba en la secundaria y no tenía ganas de estudiar. simplemente pensaba "patetta, patetta, patetta, patetta, patetta" y la profesora elegía no llamarme a dar lección.




el problema es que, bueno. nombrar mis deseos complica su ejecución.
eso es lo que los hace ridículamente interesantes.

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