Monday, November 09, 2009

Carta D

No sé muy bien por qué pero apareciste bastante en mar del plata, en todas esas intensas conversaciones con Ga. Ahora se me viene a la cabeza que vos algún día en el burger dijiste que alguien te había dicho que sos un índigo pero yo no me lo creí... No me lo creí porque yo reconozco a mis semejantes índigos y no te reconocí como uno pero creo que al conocerte mejor encuentro en vos una potencialidad llamativa. Afirmo mi opinión de que no sos un índigo, pero agrego un todavía: Todavía no sos índigo. Me gusta verte tomar ciertas actitudes que son bastante mías porque sé que ves-un-poco-más-allá. Algo de brujo tenés, aunque todavía está muy tapado por todas esas vidas que elejís vivir antes que la tuya propia. Más terrible es mi caso, que sabiendo que soy mucho más de lo que hago, elijo no ser (o elijo, al menos, la comodidad de ser sólo la parte que entendí cómo ser). Quisiera decirte todas estas cosas de una manera menos encriptada pero me resulta muy difícil escribir de una manera legible, éste es mi estilo hasta que aprenda otros estilos y reelija el que uso por amor y no por comodidad. Como decía al principio (y ya tuve que irme por las ramas de mi cerebro atiborrado de tintura) apareciste mucho en mis conversaciones con Ga. Porque, ahora pienso, sos un poco como yo pero desde el otro lado. Como si todavía no hayas sido capaz de romper el espejo, y yo pude pero el vidrio roto me puso tan loca que elejí quedarme en un rincón temblando. No sé si voy a poder decirte algo que te sea valioso... tal vez si lo intentara podría encontrar las palabras perfectas para llevarte por el camino que yo hice eventualmente y funcionó. Pero claro que si quiero conducirte entonces perdería la conducción porque es como hacer trampa. Sin embargo, sé que todo lo que te digo me marca a mí pasos en retrospectiva. Como las migajas de Hansel y Gretel, y un chabón que baje a escopetazos los pájaros barderos que vienen comiéndose las migajas. Qué preocupante, últimamente temo estar cayendo en un pozo interminable pero me niego a las calamidades de novela mexicana. Acá el dolor es sonrisa en el momento equivocado, y alegría es puñal de autenticidad. Supongo que voy a tener que escribirte sin mandarte nada por un rato, hasta que encuentre la manera convincente de hacerme entender. En este estado literario lo único que puedo lograr es que leas y digas "qué lindo" o, peor aún, "no te entendí". En realidad yo quiero dejarte un mensaje, quiero guiarte un poco para guiarme a mí. Me parece que, después de todo, acabo de inventarme un discípulo imaginario.

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1 tuvieron la pesima idea de hacer comments

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

braf
hay tan pocas cosas sencillas en la vida y las personas tienden a complicarlas tanto -.- .
uno no moldea, uno no guía, uno tan solo se deja encontrar.
lamento leer este tipo de cosas.

10:02 PM  

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