Wednesday, February 18, 2009

Ciento ochenta y cuatro

Ciento ochenta y cuatro días y para colmo hoy es miércoles y hoy me desperté de mal humor al lado tuyo y ayer me fui a dormir de mal humor al lado tuyo porque claro ni bien llegamos a tu casa vos te internaste en frente de la computadora a hacer cosas que yo siempre pienso que son postergables pero no me quejo porque si bien esperé que terminaras de bañarte y te esperé despierta pudiendome haber dormido para verte llegar todavía envuelto en toallas y haciendo cosas en tu computadora que yo siempre pienso que son postergables pero no me quejo pero igual te esperé simplemente porque me lo pediste pero me cabrié cuando te sentaste de vuelta en la computadora porque no me quedaría despierta para verte mover archivos y leer foros no yo para eso duermo pero igual no me quejo no se bien todavía por qué si es por temor a tu respuesta ante mi reclamo que nunca digo o tal vez sea porque si mi reclamo que no digo hace eco no sabría qué hacer con tanto julián para mí sola porque a veces pienso que todo esto es más cobardía que otra cosa mirá si en una de esas yo no pueda manejar tanto julián para mí sola no creo ser capaz de toda esa responsabilidad mantenerte entretenido y mantenerme entretenida solamente de nosotros dos sin interrupciones ni interlocutores creo que sería una cruzada ridícula así que simplemente me doy vuelta y refunfuñeo un poco hasta que llegás y me das un beso y un abrazo los dos tan auténticos y tan tuyos que me dolería pedirtelos y arruinarlos entonces bueno yo sigo de mal humor pero tal vez tire otros ciento ochenta y cuatro días de conocerte que ya se hacen medio año pero no molestan no pesan no existen porque ya sabés carmen que nosotros no tenemos tiempo y te compré una golosina porque me acordé del logro de conocerte por medio año y todavía descubrirte y todavía interesarme y todavía extrañarte y sobre todo amarte pero cuando me preguntaste a qué venía mi regalo simple e inesperado no quise decirte que era porque para esas horas hace ya ciento ochenta y cuatro días conocía a una de las pocas personas que cambiaron diametralmente mi vida que dicho sea de paso no deben ser más de cinco en todas mis vidas no quise decirtelo tal vez por miedo a que te mofes o me preguntes despectivamente si yo soy mina de fechas o simplemente porque no quería arruinar la magia de un regalo sin motivo o con todos los motivos porque en definitiva te conozco hace ciento ochenta y cuatro días y eso es veintitrés por dos al cubo pero ciento ochenta y cuatro días podrían ser ciento ochenta y tres o tal vez ciento ochenta y cinco porque a esta altura del partido no es importante que sea medio año o dos tercios de año o acaso mil porque carmen yo sé que no tenemos tiempo y es eso lo más mágico y lo más intrigante de todo.

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1 tuvieron la pesima idea de hacer comments

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

SOS UNA BABOSA DE LO MÁS BABOSA
YOU CURSIIIIIIIIIIII
MUEJEJEJE

3:16 PM  

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