este viernes

me preocupa un poco qué será de mí después de este viernes. es la última semana en la que trabaje tiempocompleto en la oficina, no más constructorabuenosdías. después de este viernes, sólo los miércoles voy a venir a esta oficina, a llenar tablas con numeritos y nada más. Adiós a las malas energías, pero adiós también al insuficiente sueldo. y quedo desempleada. sin trabajo. eso de llenar planillitas los miércoles no es trabajo, ni siquiera recibiré dinero efectivo por eso. desde hace dos años (larguísimos dos años) que no tengo tanto tiempo libre. me siento ridículamente abrumada. tanto tiempo libre, sin efectivo. todos los emprendimientos locos que no puedo hacer ahora (y hace dos años) por falta de tiempo, después de este viernes sólo van a ser obstaculizados por la falta de efectivo. odio los números, los odio tanto. pero no estoy mal, es una gran noticia: un enorme desafío. soportarme en tiempo muerto sin interrupciones, sin distracciones. tengo tantos libros por leer. tengo tantas cosas por estudiar. tengo tantas cosas por aprender. tengo un pase libre a la biblioteca de la facultad, llena de saber matemático esperando ser descubierto. tengo grandes amigos, no muchos pero los tengo, ofreciendome un universo paralelo donde jugar y tomar mates de verdad, esos que no se lavan por estar mucho tiempo servidos. pronto tendré música portátil para recorrer la ciudad sin preocupaciones ni posibilidad de aburrimiento. tengo telas y lanas, no de los colores que quiero pero las tengo en fin, esperando convertirse en hermosas piezas de realidad. qué loco. después de este viernes, todo cambia. tengo miedo, me siento como una colegiala esperando el primer día del primer año de secundaria. espero no achancharme, vencer el sueño tardío y poder soportar la cotidianeidad apestosa de mi casa. espero poder soportar la presión de los números, lograr que no me acechen hasta volverme finalmente loca. es que tengo tantas ganas de vivir. quiero que todo esto sea beneficioso. este tiempo sabático laboral... puede ser el doloroso caos o un maravilloso regalo del universo. O ambos. O ninguno. Si tan sólo no existiesen las televisiones en casa. quisiera poder vivir sola. quisiera vivir en otra casa tal vez. definitivamente quisiera vivir en ninguna casa. simplemente ser cosmos, liberarme de los números, vivir en el viento y en las hojas y en la función trigonométrica. todo esto es un cuento que quiero escuchar. tal vez escriba un poco. tal vez saque del rincón polvoriento a humberto y a mis aspiraciones musicales. tal vez nada de esto suceda y consiga trabajo para el lunes mismo. y aún así estaría tan contenta. esto es cambio de paradigma. el más sutil o el más revolucionario. hay que ver cómo se mezclan los Colores y cómo brilla el Sol.