eso que me dicen los duendes
se trataba de cruzar la calle pero algo lo detenía constantemente.
un café se ofrecía en su camino, y lo tomó.
un sombrero cayó en su calva cabeza, y lo observó.
un abrazo llamó a la puerta, y lo recibió.
pero todo se trataba sobre cruzar la calle.
con determinación y rapidez cautelosa
mirando al frente y a los lados
pero algo siempre lo detenía.
lo detuvo la comida caliente
lo detuvo la brujería de antaño
las pequeñas cosas le nublaron la vista cien veces
las grandes cosas otras mil
las cosas que jamás existieron lo detuvieron millones
pero había algo parado en su camino, obstinadamente
él tenía que simplemente cruzar la calle
paso por paso, hacia la siguiente esquina
y una vidriera luminosa se antepuso
una mujer hermosa lo distrajo
una baldoza levantada golpeó su pie
y esa calle lo esperó paciente
para ser cruzada de una vez por todas
o tal vez no existió jamás
tal vez la calle no existía
por ahí no había una esquina
en una de esas no hubo jamás un café, ni un sombrero, ni un abrazo
ni la comida caliente ni la brujería
tal vez no hubo cosas pequeñas ni cosas grandes
tal vez las cosas que jamás existieron tampoco estuvieron en su camino
por ahí la mujer hermosa, la baldosa
por ahí la calle por ahí la esquina
pero algo se entrometió siempre.
transparente.
un café se ofrecía en su camino, y lo tomó.
un sombrero cayó en su calva cabeza, y lo observó.
un abrazo llamó a la puerta, y lo recibió.
pero todo se trataba sobre cruzar la calle.
con determinación y rapidez cautelosa
mirando al frente y a los lados
pero algo siempre lo detenía.
lo detuvo la comida caliente
lo detuvo la brujería de antaño
las pequeñas cosas le nublaron la vista cien veces
las grandes cosas otras mil
las cosas que jamás existieron lo detuvieron millones
pero había algo parado en su camino, obstinadamente
él tenía que simplemente cruzar la calle
paso por paso, hacia la siguiente esquina
y una vidriera luminosa se antepuso
una mujer hermosa lo distrajo
una baldoza levantada golpeó su pie
y esa calle lo esperó paciente
para ser cruzada de una vez por todas
o tal vez no existió jamás
tal vez la calle no existía
por ahí no había una esquina
en una de esas no hubo jamás un café, ni un sombrero, ni un abrazo
ni la comida caliente ni la brujería
tal vez no hubo cosas pequeñas ni cosas grandes
tal vez las cosas que jamás existieron tampoco estuvieron en su camino
por ahí la mujer hermosa, la baldosa
por ahí la calle por ahí la esquina
pero algo se entrometió siempre.
transparente.
Labels: invitaciones
1 Comments:
Un cafe supo hacer aguas entre la distancia de una mujer hermosa y una baldosa floja.
Debe haber sido un buen cafe
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