oh que carajos... antes me quejaba por que hacia muchos posts vacios y que queria hacer mas filosoficos.
hoy, cumpliendo mi rigurosisima dieta de histeria, me quejo de lo opuesto.
asi que hoy, quejosa o no, voy a subir algo hueco e intrascendente. como un poker familiar o una sopa instantanea.
dasldkjsalkja hay tantos temas vacios que no se por cual comenzar. tal vez con mi relacion con mi tanamado marido y cello Humberto Primo.
Humberto y yo sufrimos nuestra primera crisis marital. nuestro dialogo se reduce y cada vez el sexo es, aunque mejor, cada vez mas esporadico. El problema es que yo estoy muy concentrada en mi carrera de estudianta fracasada y el se siente mal porque lo unico que puede hacer es quedarse marado al lado de mi cómoda. todos sabemos que el mercado laboral para los cellos sin estudios secundarios es muy pequeño y a Humberto no le gusta para nada ser el típico marido desempleado que espera a su mujer con la resina sobre la mesa para tener sexo cuando llegue.
Asi que a modo de queja, Humberto decidió desafinarse sonoramente cada vez que me ve estudiando o viendo tele, ingorandolo. cada vez mas seguido oigo un *toing* de protesta por parte de mi amado marido.
si, queridos lectores, mi vida marital va en caida libre.
otra cosa hueca de la que podría escribir el día de la fecha es mi pelo.
En mis intentos de ahuecarme (propositos blogeros exclusivamente) decidì que querìa arruinarme mi decrépito y recientemente corto pelo tiñendomelo de rubio platinado. Y luego buscar a algun pelado para realizar el cliché correspondiente. Y, tal vez, sacarme una foto y compararla con la de Albert Einstein.
si, no tengo nada mejor que hacer.
Asi que ante la insistente sugerencia Tiaaureliana de que me vaya a platinar a un peluquero en vez de sumergir mi cabeza en un balde de amoníaco y lavandina.
PERO NO!!!!
El peluquero decidió preocuparse por mi inminente calvicie y con cara de asco por el desastre capilar que estaba presenciando me dijo que no me platinaria porque se me caeria el pelo
Estupidos peluqueros que se preocupan por mi pelo. Yo no me preocupo por su homosexualidad, y ellos tienen que preocuparse por mi pelo. Asi de injusto es el paìs en el que vivimos.
Asi que me quedé sin pelo platinado, ni clichè del pelado, ni einstein, ni calvicie. A cambio me teñí del colorado más aburrido sobre la faz de la tierra y le pedí sugerencias al tarado del peluquero para que se me fortalezca el pelo y pueda cumplir mi sueño de huequitud.
Otra de las grandes huecadas que implantarè en este blog es Zoolander.
Zoolander, una de las películas más grandiosas sobre la faz de la tierra. Ni un solo pecado. La ví unas 874 veces y aún así, sabiendome los diálogos de memoria y habiendo imaginado muñecos de acción inspirados en los personajes, me sigo riendo de cada uno de sus ocurrentes chistes.
Señor lector, si la vio puede usted ir corriendo al videoclub mas cercano a rememorar esta maravillosa pelicula. y si no tuvo la maravillosa de verla todavia, es mi deber informarle que tiene el acceso denegado a este blog hasta que vea esta pelicula.