Mail a Ga

Hoy llegué a la oficina y por alguna razón no paro de cantar wonderwall. no es que sea una canción fabulosa o qué, ni siquiera me gusta Oasis, pero por alguna razón la canto con una melancolía de Beth Gibbons. Creo que hoy podría escuchar Portishead. Creo que hoy podría conquistar el mundo entero si tan sólo no estuviese encerrada en esta jaula de constructorabuenosdías. Y te dejé un par de anotaciones en el libro... lo leí cansada y frustrada por mi poca capacidad de estudio, pero lo leí y me encantó mucho mucho excepto un capítulo que aunque lo intenté no lo entendí y me sentí algo frustrada. Hace mucho tiempo que no me pasaba esto de no entenderte pero asumo que no es nada serio, ni debería serlo en todo caso. Tengo, por alguna razón extraña, que escribirte ahora y ya aunque yo sepa muy bien que no debería, aunque yo sepa muy bien que si me pongo a escribir temprano después tardo la mitad de la jornada en volver a la realidad. Pero tenía que escribirte y vos sabés tanto como yo que nunca hay que negarse a los impulsos insistentes de la mente. Más cuando no implican lastimar. Este fin de semana, ya te conté mucho, pasaron cosas fuertes y hermosas y ví ese brillo hermoso en sus ojos. Ga, no te das una idea de lo que me suscita verlo sonreir. No creo que lo hayas visto sonreir todavía... él estaba medio arisco ayer cuando se empezó a hacer tarde. Pero si lo vieras sonreir te aseguro que me das la razón y entendés por qué lo amo de esta manera tan irrisoria. Te conté que el domingo en casa, estabamos los tres juntos en la habitación cada uno en la suya. Qué mágico. Te aseguro que si Pablo me hubiese concedido eso: eso sólo, y las cosas hubieran sido muy muy diferentes. Pero Pablo no es sólo pasado sino otra vida. Sólo me queda un recuerdo vaguísimo de él y de lo que significaba Pablo. Me siento mal porque por más que me esfuerze horrores no puedo recordar el nombre de su perro (el de Pablo)... sé que no es un crimen, pero me siento culpable porque lo amaba mucho pero ahora quedó tan tan tan relegado que da un poco de miedo. Como te decía, ayer estabamos los tres: Pachi con su procesador de texto en japonés, Julián jugando sus jueguitos en su consola portátil pretenciosa, y yo tratando de recuperar mis habilidades inexistentes con el cello. Lo que te quería decir es que Julián me dijo después en el colectivo que le había encantado cómo tocaba (obvio que no tiene criterio de comparación) y que había perdido varias veces en su jueguito por colgarla mirándome. ¿Ves? la colgó mirandome, Ga. Eso es fuertísimo. Se pisó solo queriendo aclarar que no lo hacía de enamorado. Como si yo fuese tan boluda como para sumar-dos-más-dos. La cosa es que algo cambió... Algo está cambiando demasiado. No estoy muy consciente de qué es exactamente lo que sucede, fuera del hecho de que nos estamos enamorando de una manera completamente inusual... es como que yo nado en todas estas caricias pero algunas partes de mí quisieran saber qué es todo lo que sucede y mantener los ojos bien abiertos para poder apreciarlo todo. Quisiera que me digas Ga, vos que estás afuera y que estás adentro, qué es lo que está sucediendo. Creo que vos podrías verlo mejor que yo, que sos protagonista y espectador. Todo esto me saca bastante el sueño y el hambre y es una sensación fabulosa. Y me pintó cambiar la cantidad de entradas visibles en la página principal del blog a 13 entradas, lo último que aparece es un post al cual vos commenteaste "Fuí la mujer, fui la Maga, fui Teresa, fui Madonna, pero tuve poder porque finalmente la dialéctica sucedió entre vos y yo, eso era lo que tenía que suceder, eso Lu!, el poder de ser yo, con todo lo yo y lo no yo que fui Lu!, y descubrí-.
El nuevo juego empieza Lu."


El nuevo juego recién está empezando y estamos en la postguerra, amiga y amor mío. Gracias al Universo te tengo al lado y soy tan feliz de que todo esto suceda. Y ahora viene a mí lo que te dije ayer (que no te lo dije yo: estoy segura... me parece que fue mamá queriendonos dar un buen consejo) que es que si te crees tu personaje te volvés un monstruo. No sé que tanta verdad haya en eso que escupí, pero siento que es muy fuerte. Siento que mientras sepamos que tenemos el poder (que lo tenemos Ga y es absolutamente abrumador) pero no creamos que tenemos el control sobre algo, entonces vamos a ser seres increíbles. Ya somos seres increíbles. Y todo esto sucede gracias a esta dialéctica surreal que sucede entre nosotras. Que una mirada a veinte kilómetros basta para verte por completa y que abrir la boca significa decir lo mismo que estás a punto de decir vos y una torcedura de muñeca que se te transmite en espejo.




Ga, todo esto significa todo y nada. Bailar con el universo es hermoso cuando hay Lou Reed de fondo y vos bailás al lado mío y somos tan hermosas y estamos tan vivas que todo esto se vuelve increíblemente placentero.




Siento que cosas grandes están por pasar Ga. Muchas más cosas grandes. Las huelo de lejos viniendo muy apuradas. Sé que vos las olés también porque mis sentidos son los tuyos. Y qué bueno tener una compañera tan maravillosa al lado.

golpes.

Tener a mi padre y a mi hermano cerca me cohíbe, pero de todas maneras sigo llorando por adentro. Hoy no hice más que llorar. Sería una ilustre socia de la sociedad emo si me interesara. Es que estoy tan cansada, tan cansada. Los desencuentros son duros. Durísimos y yo ya no sé qué hacer conmigo. Alimentar tu gusano no es bueno pero en este estado no puedo pretender. Son muchas frustraciones, no tenés idea cuántas. Las que me invento y las que son y las que duelen y las que no. Y que me abofetees no es ningún problema en cualquier otro momento. Pero ayer y hoy no puedo soportarlo. Todo lo que hagas me duele multiplicado por siete veces siete. Y mi cuerpo sufre el descuido y hoy ya no me siento hermosa. Hoy soy una simple imagen gris que se mueve dentro de la masa. No me desprecies por ser débil, no suelo ser así. Pero mamá me dice que nada. Mamá no me dice nada porque su voz no se hace escuchar entre tanto ruido. Me duelen los ojos de tanto llorar. Me duelen los ojos de tanto esperar. Me duelen los ojos de tanto mirar. Y me duelen porque mis anteojos se quedaron en el camino y ellos claman por su muleta rota. Hoy no puedo ser, hoy simplemente estoy en el mar... azul en donde mire. Un poco de espuma blanca en la mirada de Ga que no veo pero sé que está. Todo es azul ahora y una hermosa noticia no me supo alegrar. Basta de esto, ya no lo quiero. Pero aunque no lo quiera no como y no trabajo y no sueño y no juego. No quiero estar así pero no hago nada para remediarlo, quizás porque todavía es miércoles. Todavía estoy en ese mar que es el miércoles. Y te atreviste a negar el miércoles. Y yo admití estar loca. ¿Qué más haría si no es admitir mi ridícula locura y sonreir? Ahora sólo me queda sonreir sin ganas. Porque podría luchar pero mis brazos no responden. Podría gritar pero mi boca no admite órdenes. Podría marcharme pero mis piernas están inmóviles. Podría trabajar pero mi cabeza está obstinada en armar ruido. Hoy todo todo me pesa en este estúpido mar. Y ya no te llamo. Ya no quiero llamarte porque no podría soportar otra bofetada. Otra bofetada me dejaría desplomada en el piso, vomitando conejitos alegres. El ruido se iría pero con él me iría yo también. Y yo no sentiría más nada. Ni siquiera lo poco que siento ahora. El agua besandome los cachetes y el cosquilleo en las extremidades. El fracaso en mi frente y las ojeras en mi cara. Hoy no necesito más golpes, pero es éste el momento en el que más golpes recibo. Ya me cansé de pedirle changüís al Universo. A veces me los da y lo admito y los agradezco. Pero no puedo parar de pedirlos, porque cada changüí viene con diez golpes más y yo ya estoy tan cansada y tan destruída y tengo tanto que estudiar que ya no espero aprobar nada. La verdad me hubiese encantado aprobar aunque sea algo. Pero en este estado no puedo estudiar. En este estado no puedo leer. Eso es tal vez lo que más me pesa. Yo necesitaba una caricia y lo único que recibí fueron Insuficientes. Ni un solo aprobado, nada. Y la verdad que lo intenté y no sólo lo intenté sino que hice todo lo que era humanamente posible. Absolutamente nada. Golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes golpes. Golpes. Ya no quiero más. No más promesas.

Liniers lo hizo de nuevo

Matemática y yo.

Yo ya había evaluado la función con todas las variables de la base ortogonal y mi Hessiano en vos como punto crítico era siempre diferente a cero o punto silla o máximo o mínimo pero nunca indeterminado y ya tenía mis multiplicadores de Lagrange esperando para cuando tenga que restringirme a alguno de tus conjuntos compactos y yo ya tenía admitidas las posibilidades y ya había calculado los puntos de discontinuidad y armé con mucho cariño mi polinomio de Taylor para el entorno en vos y calculado mi determinante para cuando soy transformación lineal y todos mis autovalores en el conjunto de los complejos y todo analizado y confirmado en el winplot como compañero inseparable pero. Pero hoy me lastimaste como no había previsto y corriste el eje de coordenadas con un suave suspiro y no me gustó un carajo que me desplazaras y que hagas algo que no tenía previsto y yo me siento ahora tan desconcertada y tan sola que ya no puedo no derivar.

Caminar por Florida

Caminar por Florida es reconfortante. Es como caminar por toda Buenos Aires pero en una sola calle. Necesitaba un poco de aire. Hoy abrazo la pésima coherencia temporal de papicarlos. En Florida hay arte y turistas y colores y miseria y oficinistas y aprovechados y gangas y sonrisas y miradas. Y mis ojos disfrutan posarse en algún extraño, tener un contacto y luego permanecer inmóviles y perder la cara cuando les place. Me dieron una muestra de un perfume: casi lo olvido. Amor de Paula Cahen D'Anvers. Así debería oler el amor si no tuviera ya un perfume. Hoy me vestí hermosa para vos, cosa que no hago casi nunca. Y recibí una bofetada, otra más. Pero caminar por Florida es tan hermoso. Compré unos muñequitos. Baratijas sobrevaluadas. Te regalaría uno pero no voy a verte. Y no quiero buscarte. Al menos no hoy. Hoy es miércoles y es día de las miserias más duras. Si no elegís regalarme tu presencia, hoy no la voy a buscar. Mis fracasos académicos me pesan bastante. Pero me cruzé con una mujer hermosa desde Florida hasta la oficina. Una belleza jamás vista y un halo de misterio propio de El Vacío. Hay ciertos personajes en Florida, en la calle, en mi cabeza. Que son dinámicamente permanentes. Están ahí, aunque cambien de cara y de voz. El gusano ya no está. Ayer lo supe más que en cualquier otro momento. Pero la costumbre del gusano queda todavía en mi oreja izquierda. Y hay cosas que me hacen sonreir todavía, a pesar del calor y de Irina destruída y de mis fracasos académicos y de la bofetada. Pero la sonrisa está en mi boca pero no en mi cara. No en mis caras. No estoy triste ni apenada ni neurótica ni nada. Simplemente estoy y ésta existencia irrelevante no me gusta. Pero caminar por Florida es volar y disfrutar de la ciudad. Todavía me permito eso. Pero hoy... hoy es bastante fracaso para un día.

Canción al futuro.

Veo que no tenemos tiempo.

Carmen,

si tan sólo supieras lo que eso significa para mí.

No tener fecha de vencimiento

es hermoso y es desgarrador y es el amor mismo.






No puedo permitirte que te alejes

y sin embargo yo te digo chau

tantas veces en el día.






No puedo alejarme de tu perfume.





Cuando mencionaste al pasar que vivamos juntos no te tomé en serio.

Sé que nunca hablás en serio

pero es tu nombre y tu color

los que me embrujan y yo digo

Sí a todo.






Veo que no existe manera de dejar de amarte

porque es la manera en que te amo

la que define todo.





Te amo desde lejos.

Te amo en la lejanía

de la conversación telefónica,

del abrazo sin beso.





Te amo

desde el sexo desconsiderado

y desde la canción más melancólica.





Te amo

al verte hablar de las cosas

que amás más que a mí.






Te amo

desde las cosas que amo más

que a vos misma.






Te amo

porque me abrazás a mí

y a los tantos otros que forman

mi cuerpo y mi voz.





Te amo porque sabés ser madre

aunque no te lo pida

y no lo quiera.





Por todo esto sé

que no tenemos tiempo.





El tiempo no existe en una cama con calor insoportable y tu abrazo.


























El día que vos decidas partir,

amada Carmen,

será el

primer

día

de luto

de mi vida.

brr

malas noticias buenas noticias malas noticias ya no quiero noticias quiero respirar requiero vacaciones del universo y no rendir mas teoremas de taylor y matrices irrisorias quiero que me cuentes un cuento y veamos una película y me abraces hasta que me quede dormida y despertarme con la buena noticia del pelo fucsia y el gato negro y mi amiga de vuelta sobre sus pies y no volver a casa por una temporada y no decir constructorabuenastardes nunca mas y no estar pendiente del messenger y no mas dolores de cabeza solo solcito fresco y alguna que otra sonrisa y mate pero mate de verdad con amistad y medias lunas y no mas acordarme del dinero por un rato o dos o eternidad y hamacarme en plaza fea y el barrio chino y la sonrisa de un linyera y humberto cuando sabe hablar fuera de lo que dictamina el sargento suzuki y la sonrisa de ga cuando no tiene los ojos destruídos por el gusano y la alegría irrefrenable de pachi y el abrazo de julián y el beso de duque y la demostración de algún teorema de Cristina López que cuando no tengo que estudiar por obligación es un enorme placer escuchar y una buena pizza con dru y mariah aunque estén en estados unidos y una buena y larga y reveladora conversación con enrra y leer un buen libro y mirar por horas una buena obra de arte ya no recuerdo la última vez que fui a un museo y nada de relojes y de horarios y ya estoy completamente harta no quiero saber más nada con la realidad.

no quiero

no quiero estar acá. no quiero más obligaciones. necesito vacaciones y un abrazo. detesto todo esto. que mala pasada que estoy teniendo. no necesito todo esto. solo quiero un poco de cariño y dormir arropada. no quiero más calor. no quiero más obligaciones. no quiero más necesidad de dinero. no quiero más tiempo. no quiero más realidad. solo quiero dormir y dejar que todo esto pase. solo quiero respirar y terminar con todo esto que me molesta. este año ha sido tan tan tan largo. y pensar que para este momento, hace un año, conocía a pablo. pasaron tantas cosas en el medio que ni siquiera puedo imaginar. ahora solo quiero un abrazo y no volver a casa por una larga temporada. no volver a casa ni al trabajo. quiero libertad. quiero librarme de todas estas cosas que me están intoxicando tanto. quiero poder salir a la plaza a tomar el mate y dejar el celular y el tiempo olvidados en otro lado. no quiero seguir corriendo. ¿contra qué corro? ¿para qué corro? ya estoy tan cansada. solo quiero que todo esto termine. y no va a terminar. nada de esto va a terminar y me atormenta tanto. yo quería encontrarme con un amigo, abrazar su sonrisa. pero el tiempo. estúpido tiempo. ahora lo único que quiero es un amigo, una amiga, un julián, un goliath. no quiero álgebra, no quiero constructorabuenastardes, no quiero el insufrible ruido de la televisión de mi casa. hasta diría que no quiero tiaaurelia.

Nota para mi blog.

No te voy a abandonar. Tengo una idea, miles de proyectos. Ahora no sos el único, no sos a lo que voy inmediatamente. Pero te recuerdo siempre. Te tengo ahí, en mi recuerdo como mi sostén irremplazable y mi caja de reminders. Amor, no estamos lejos, es sólo que no estamos solos. Podrás perdonarme? seguro que sí: vos sos yo, o mi versión literaria. No te voy a abandonar. Compartamos este nuevo juego con alegría y felicidad.





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ciudad lejana

érase una vez una ciudad lejana. no tan lejos: estamos en la época de la comunicación y los transportes... pero lejana en fin. no muy diferente a la ciudad que conocemos. porque todos conocemos una ciudad al fin y al cabo. una ciudad lejana entonces, con lo que casi todas las ciudades tienen: gente, oficinistas, exceso de autos, ruido, contaminación, basura, palomas y, salpicados y bastante desapercibidos, algunos Observadores. los Observadores son personas como cualquier otra, pero con la diferencia de que saben observar. En la ciudad lejana los oficinistas anémicos pululan con sus maletines de cuero y sus corbatas y sus tacos. muchos hablan por celular a los gritos. las secretarias de la ciudad lejana atienden los teléfonos y sirven el café y se permiten limarse las uñas cuando no tienen nada que hacer. los estudiantes charlan con sus compañeros como si fueran los únicos pobladores de la zona.



en esta ciudad se tenía también el privilegio del subte. no todas las ciudades tienen esta maravilla. pero por suerte, la ciudad lejana la tenía. ya saben que en el subte se genera el acontecimiento del pogo oficinista, descripto acá. un día de subte en la ciudad lejana era como cualquier día de subte de cualquier ciudad. cuatro o cinco o seis bagones: llegan, abren sus puertas, suena la chicharra, cierran sus puertas, se van. nada del otro mundo. una rutina justa y necesaria. bastante monótona pero funcional. gente que sale y que entra, algunos se quedan encerrados y escriben una canción como la de Café Tacuba [recomendadísima: se llama El Metro].



Resulta que un día en particular, a las ocho de la mañana, simplemente pasó. nadie supo muy bien por qué, pero en el subte empezó a llover. sí: a llover. ni el más precavido lleva su paraguas al subte: ¿cómo se podría uno imaginar que, así porque sí, las nubes del subte se pusieron negras y empezaron a suicidarse en forma de gotas gordas sobre la cabeza de los transeúntes? el subte era un descontrol. fue como si un niño masivo hubiese llenado de humo un hormiguero: todas las hormigas escandalizadas, buscando salir y gritando como si no conocieran a la lluvia. Los conductores no sabían qué hacer, las vías electrificadas y la gente escandalizada y el tiempo del recorrido por cumplir. los carteles en las bocas de subte no sabían cómo informar la situación al mundo de la superficie: "lluvia en los andenes, servicio no habitual". afuera había un sol increíblemente cautivador y las víctimas de este melodrama húmedo aparecían empapados en la vía pública y con cara de haber visto un fantasma. por supuesto que quienes no bajaron las escaleras y estaban sanos y salvos en las calles de la ciudad lejana, los vieron y rieron, sospechando el origen de una nueva tribu urbana con costumbres incoherentes.



muchas explicaciones fueron sugeridas por meteorólogos pretenciosos y por científicos con hambre de fama, muchos testimonios fueron publicados en los medios de comunicación masivos, muchos turistas curiosos fueron recibidos, remeras fueron estampadas y hasta se celebran festivales anuales en conmemoración. por meses todos hablaron del tema, compañeros de trabajo compartían con su café ideas locas para explicar lo sucedido. entretenedores del espectáculo usaron la historia para chistes de poca monta. la ciudad se volvió *la capital de los subtes lluviosos*. murales en todos los andenes cuentan la historia, pintados por artistas de renombre.


aquel día, algunos valientes se quedaron en el subte lluvioso, admirando el fenómeno meteorológico inédito: no trágico como un tsunami, solamente inesperado e inocente... como si fuera un chiste organizado por bándalos. pero los que estaba ahí supieron que no era producto de la mente humana... no había manera de ennegrecer las nubes del subte ni de hacerlo llover por mano propia. los valientes que permanecieron, entonces, por el tiempo que duró la lluvia, observando lo que sucedía y regocijándose con la maravilla, vieron en fin de qué se trataba. y todos ellos sonrieron al mismo tiempo. era sólo una sorpresa, un despertador. una excusa que inventó el universo para unir a la gente de la ciudad lejana y darles una identidad. un susto lo suficientemente grande para que la ciudad terminara con el hipo.



















y todo esto tiene sentido si te pasa~

cosas que pasan.

el durísimo silencio.







hoy me siento hermosa. pero no me ves.




~

ayer

muchas veces quise. muchas veces intenté escribir acá lo que pasó ayer. todo el caos y el desastre y la tragedia y la magia y la felicidad y el renacer. creo que no va a haber manera de que pueda escribirlo jamás. porque pertenece a otra vida, ya no lo recuerdo. lo poco que recuerdo es la más grande de las desesperaciones y el más grande de los alivios. el más hermoso de los abrazos y la más dolorosa tensión muscular. vomité al fin mi conejo muerto, ese que me pudría por dentro hace tanto tiempo... cinco años o cien o mil vidas. pero ya no está y hoy soy un recién nacido. hoy sentí que me despertaba viendo tu pelo fucsia. pero no estabas conmigo: no físicamente. pero fui feliz por un ratito y ya el constructora buenos días no me pareció un prospecto tan terrible. ayer me regalaste tal vez más de lo que te imaginás y yo fui bastante una imbécil, pero todo esto iba a pasar eventualmente. gracias a Ga lo recuperé, casi cuando era demasiado tarde. que maravillosa muleta: que ayuda irremplazable. gracias a todo esto ahora soy una recién nacida. estoy absorta en la concentrada contemplación de las posibilidades. hoy ya no escribo de lejos. no no. hoy ni siquiera escribo, sólo balbuceo. todo es nuevo. todo es maravilloso y un colchón de jacarandaes me da la bienvenida a mi hogar. tanto tiempo lejos de mi hogar.